España / Comunidad autónoma de Castilla-La Mancha / Provincia de Toledo / Calera y ChozasCalera y ChozasRegreso a Castilla-La Mancha Inicio |
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Calera y Chozas es un municipio español de la provincia de Toledo, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. El municipio lo componen dos localidades, la propia Calera y Chozas, que es el núcleo principal, y Alberche del Caudillo. Ambas están separadas por unos 4 km de distancia. Toponimia Medio físico En el territorio de Calera se aprecian dos grandes ámbitos geomorfológicos. Por una parte, el relacionado con el zócalo cristalino-paleozico, de granitos porfídicos-rocas metamórficas. En el dominio granítico, como es el caso de la zona de la dehesa de El Arco, la morfología existente es el típico berrocal con red hidrográfica dirigida por fracturas y un micromodelado en granito causado por el sometimiento a un largo proceso erosivo dando como resultado un relieve ondulado de cerros, pilancones, taffonis y piedras caballeras. Por otra parte, se encuentra la zona relacionada con arcillas y arcosas pertenecientes al Terciario y Cuaternario (constituido por las terrazas fluviales que por su extensión definen el paisaje geomorfológico en esta área). En la zona de Calera el río Tajo forma vegas y terrazas fluviales, algunas de gran extensión, que se caracterizan por suelos aluviales y fértiles sin diferenciación en horizontes, excepto uno superior más oscuro por su mayor contenido en materia orgánica, que en muchos casos han sido transformados y cultivados por el hombre. Hidrografía El espacio de Calera está incluido dentro del sistema acuífero nº 14, denominado “Terciario detrítico Madrid-Toledo-Cáceres”. La forma de referirse a esta unidad hidrogeológica de manera concreta es la de unidad hidrogeológica 03.05. Desde el punto de vista geológico, es sin duda el acuífero más complejo de los incluidos en la cuenca del Tajo pues abarca todos los terciarios detríticos comprendidos entre el Paleozoico del sistema Central situado al norte y los Montes de Toledo al sur. Este es uno de los acuíferos más importantes de la península, tanto por su gran tamaño, como por las poblaciones de su ámbito (Madrid, Guadalajara, Toledo, etc.). Clima Calera y Chozas tiene un clima Csa1 (templado sin estación seca con verano caluroso) según la clasificación climática de Köppen. [ocultar]Gnome-weather-few-clouds.svg Parámetros climáticos promedio de Calera y Chozas en el periodo 1961-1979 WPTC Meteo task force.svg El entorno está caracterizado por un alto uso agrícola del suelo, que en el caso de las zonas de vega es mayoritariamente de regadío. En cuanto al sector ganadero, hay que destacar la existencia de un cierto pastoreo de ganado ovino y la existencia de evidencias puntuales de pastoreo vacuno. Más frecuente son las granjas porcinas o de aves, así como algunas vaquerías en la zona de vega. En materia cinegética, además de la existencia ya mencionada de dos refugios de fauna, la práctica totalidad de los terrenos colindantes forman parte de cotos de caza menor, con aprovechamiento en ocasiones de jabalí y corzo. En cuanto a la pesca deportiva, se da en la zona del embalse de Azután y algunas zonas puntuales del tramo fluvial del Tajo, centrado principalmente en la carpa y otras especies. La vegetación actual se encuentra dominada por las alamedas blancas y los tarayales asociados a los márgenes fluviales donde destacan también las comunidades palustres. En las zonas más expuestas aparecen los matorrales mediterráneos y los encinares que en las zonas más favorables tienen estructura adehesada. Los campos de cultivo, tanto de secano como de regadío, se extienden por gran parte del término municipal, representando un enorme hábitat que da cobijo a numerosas especies que han optado por adaptarse a un medio en continuo proceso de transformación. Es habitual ver en éstos parajes jilgueros, escribanos, erizos, liebres, aguiluchos, pinzones, etc. Por otra parte las tierras de Calera, al norte y al sur, conservan amplias franjas de bosque mediterráneo caracterizado por la presencia de encinas, tomillos y majuelos como principales representantes de la vegetación predominante y donde podemos observar carboneros, currucas, palomas, cárabos, cernícalos, etc. Encontramos grandes espacios adehesados en parajes como Baldosadero, Los Hinojosos o El Arco, este último está parcialmente englobado como en la ZEPA “Ríos de la margen izquierda y berrocales del Tajo”. Además, citada finca constituye un entorno ideal para la práctica de la caza mayor y ser testigos de la berrea, en torno a finales del mes de septiembre. En torno a los principales arroyos que recorren el territorio Calerano y junto al Tajo se extiende el bosque de ribera, otro hábitat de enorme singularidad y valor medioambiental. En este sentido, cabe destacar la presencia de alamedas, formaciones arbóreas dominadas por el álamo blanco, aunque pueden acompañarle diversas especies de sauces, así como tarays o fresnos. Los arbustos acompañantes son fundamentalmente espinosos, como majuelos o escaramujos, y presentan abundantes enredaderas. Su estado de conservación no es muy bueno al asentarse sobre suelos fértiles que tienen un gran aprovechamiento agrícola. Lo más frecuente es encontrarlas flanqueando la banda inmediatamente contigua al cauce, limitadas en muchos casos a la presencia de álamo, sin el resto de plantas acompañantes. En ausencia de intervención humana, las alamedas ocuparían una banda ancha en los fondos planos de muchos valles, extendiéndose más o menos por las vegas en función de la presencia de humedad. En torno a estos lugares es donde un buen número de especies buscan cobijo y su sustento alimenticio. De este modo, encontramos zorros, ginetas, zarceros, mirlos, gavilanes, milanos, ruiseñores, etc. Por su parte, las especies vegetales viven al abrigo de la exuberante vegetación como los fresnos, sauces, acacias, álamos, olmos, etc. En este sentido, el reculaje del embalse de Azután en el paraje de Las Tablillas constituye una de las zonas de mayor diversidad natural de la comarca, por lo que cobra especial importancia su conservación y protección estando englobado como LIC “Río Tajo en Castrejón, islas de Malpica y Azután”. Se trata de una zona cubierta por el bosque de ribera, situado en las márgenes del Tajo, con una exuberante vegetación compuesta por juncos, sauces, espadañas, chopos, carrizos, etc. Las singulares condiciones de este espacio como la abundancia de agua, zonas donde refugiarse o la disponibilidad de alimento suponen un lugar ideal para numerosas especies como el martín pescador, mosquiteros, gallinetas, galápagos, gambusías, etc. En definitiva, para todo aficionado de la ornitología y la práctica del “birdwatching” se trata de un lugar de visita obligada, donde puede encontrar un lugar ideal para observar cogujadas, algún alcaudón, verderillos, tarabillas, etc. Por último, cabe mencionar el desarrollo del hábitat urbano, donde un buen número de especies están presentes en nuestras calles y plazas. Algunas de ellas llegan a ser útiles para el ser humano y el desarrollo de cultivos. Nos referimos a algunas aves insectívoras como los vencejos y golondrinas. Pese a que muchos pasan desapercibidos están muy presentes en torno a nuestras casas como los colirrojos, gorriones, cigüeñas, etc. Historia La ocupación romana dejó vestigios en el actual despoblado de Covisa (tal vez la antigua Cusivus de la Carpetania), en el que se encontraron una acrópolis, con paredones de argamasa con mortero romano de cal y arena, y un importante mosaico (actualmente en el Museo Etnográfico de Calera y Chozas). Asimismo se encontraron restos romanos en el paraje denominado Tórtolas: un sarcófago labrado y una lápida funeraria, así como fragmentos de tégulas e imbrices. Tras la presencia visigótica sucedió el dominio árabe, de cuya existencia da testimonio algún resto cerámico. Tras la conquista del territorio por Alfonso VI de León, hacia 1084 se supone la existencia una aldea llamada Calera, dependiente de Talavera, a la que proporciona cal para sus construcciones. En 1152 se señalan los linderos entre las jurisdicciones de Ávila y Talavera por parte de Alfonso VII de León, citándose algunos pagos de Calera como Vallfonsados, Los Visos, La Encinilla y Septem Carros (Ciscarros). El hecho de que su Iglesia se dedique a San Pedro Apóstol es indicio de antigüedad, ya que las primeras iglesias fueron dedicadas a la Virgen María o al primero de los apóstoles del cristianismo. Hacia el siglo XV tanto Calera como las aldeas de Chozas y Covisa constituían municipios independientes, aunque dependientes de Talavera, cuyo corregidor nombra los alcaldes y demás oficiales de sus respectivos ayuntamientos. El municipio de Las Chozas de Talavera se encontraba a unos dos kilómetros al Norte de la actual población de Calera y Chozas. En 1567 tenía 50 vecinos, pasando en 1753 a los 40. Su despoblamiento se originó durante la guerra de la Independencia (1808-1814), trasladándose sus vecinos al próximo pueblo de Calera. El municipio de Calera debió su fundación a la explotación de minas de cal, en las cuales estuvo el material para construcciones como las de la Colegiata de Talavera. Hacia 1400 contaba con unos 100 vecinos. Está documentado el paso por Calera del monarca Carlos V en 1512. En 1576 se documenta la existencia de 250 vecinos, y en 1787 tiene 13 hidalgos, 7 clérigos, 2 cirujanos, 4 arrieros, 19 labradores, 16 pastores, 309 jornaleros y 55 pobres de solemnidad. El 27 de junio de 1809, durante la Guerra de la Independencia, los vecinos acometieron a unos soldados franceses que se había quedado rezagados. Esto irritó al mariscal francés Duque de Bellune que mandó incendiar el pueblo y pasar a cuchillo a la población que no consiguió huir. En este acontecimiento fue saqueada y destruida la ermita de San Policarpo, reconstruida en la actualidad. El 3 de octubre de 1833 se levantó una partida carlista en Talavera, bajo las órdenes de un tal González, administrador de correos, que se apoderó de los caudales públicos, encarceló a los liberales y se dirigió a Calera con el objeto de proclamar a Carlos V, pero el alcalde le exigió la orden que le autorizaba para tal proclamación. Este acto dio tiempo bastante para liberar al pueblo y evitar una conspiración que pudo ser fatal al trono de Isabel II. Durante la Segunda República Española jugó un importante papel político y social en la localidad el alcalde Felipe Fernández Varela, dirigente de la Unión General de Trabajadores. Al estallar la guerra civil española se mantuvo leal a la República, hasta que fue ocupada por las tropas franquistas el 2 de septiembre de 1936, en su avance hacia Talavera. Administración Los resultados de las elecciones generales celebradas en la localidad desde 1977 han sido los siguientes. (Datos oficiales del Ministerio del Interior): 1977 - PSOE 24,7 | UCD 54,9 | AP 6,6% | PCE 4,8% | Participación: 86,8% Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España - Elaboración gráfica por Wikipedia En la siguiente tabla se muestra la evolución del número de habitantes entre 2001 y 2015 según datos del INE. Evolución demográfica de Calera y Chozas Monumentos y lugares de interés Semana Santa: Da comienzo el Domingo de Ramos, durante el cual son bendecidos los ramos en la plaza. Tras la procesión, se celebra una misa con lecturas de la Pasión. Durante el Jueves Santo se celebra la eucaristía, se hace el lavatorio a los doce y tiene lugar la procesión del Nazareno, tras la cual tiene lugar la “Hora Santa”. Por su parte, por la mañana del Viernes Santo se celebra en la iglesia el Vía Crucis y por la noche procesiona el Santo Sepulcro. El sábado se celebra la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección, tras la misa, el Resucitado sale en procesión. Entre los platos más habituales están la típica menestra de verduras al horno, el cocido calerano, migas, calderetas, conejo, etc. Por su parte, entre los postres y dulces más celebres se encuentran las perrunillas, rosquillas, pestiños, etc. Durante el carnaval se hace un dulce típico popularmente conocido como bollo de carnaval y que se asemeja al hornazo de leche de otros lugares de la comarca. Por último, son excelentes las frutas y hortalizas procedentes de la rica huerta del Tajo. En este sentido, merecen especial mención la enorme calidad de las sandías y melones que son distribuidos por pueblos de toda la comarca.
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